10 consejos para ser un poquito más feliz
1. Mantente erguido
Tu cuerpo es fiel reflejo
de tus emociones. Cuando estás triste, tu postura tiende a ser encorvada, con
los hombros caído y la cabeza agachada. Sin embargo, cuando nuestro ánimo es
positivo nuestro cuerpo tiende a enderezarse, la postura es erguida y la cabeza
mantiene una posición recta con la vista al frente.
Pero también la relación
es a la inversa, de forma que la postura corporal influye directamente en las
emociones. De esta manera, si nos esforzamos por mantenernos y caminar
erguidos, estaremos mandando señales positivas a nuestro cerebro y seremos un
poquito más felices.
2. Sonríe
Al igual que anteriormente, las emociones se
reflejan en el rostro, pero también nuestros gestos faciales repercuten en las
emociones.
Despertar con una sonrisa nos dispondrá más
positivamente para enfrentar el día y nos sentiremos más motivados para
alcanzar nuestras metas.
3. Mira a los ojos
Como todos sabemos, los ojos son el espejo del
alma. La mirada es una manera no verbal de comunicar nuestras emociones. Mirar
a los ojos de otra persona nos acercará a ella más emocionalmente,
fortaleciendo nuestros lazos afectivos, ya que estaremos transmitiendo
honestidad y confianza.
4. Respira
Puede parecer una tontería, la respiración es un
acto involuntario que todos hacemos. Sin embargo, al hacerla conciente nos
permite relajarnos y afrontar situaciones difíciles. La respiración conciente
nos trae al “aquí y ahora”, al presente, dónde realmente estamos. Vivir en el
pasado sólo nos trae tristeza y vivir en el futuro, ansiedad. Así pues,
respira, te ayudará a disminuir las
tensiones y afrontar más resolutivamente los problemas.
5. Nada de quejas
La queja es una conducta que no aporta nada, lo
único que hace es predisponerte negativamente ante en afrontamiento de tus
problemas. No trae ningún tipo de solución y transmite la negatividad a todas
las personas que te rodean.
Si tienes un problema ponte manos a la obra y
resuélvelo. La solución llega de mano de los actos y no de las quejas. Y si no
puedes hacer nada para cambiar la situación, acéptala. Debemos ser concientes
que hay situaciones que no podemos cambiar, pero lo que sí podemos cambiar es
nuestra perspectiva de ella.
6. Deja de Preocuparte
Como la propia palabra indica, pre – ocuparse se
definiría como ocuparse de algo que todavía no ha llegado. Implica buscar
soluciones antes de que aparezca el problema. Y esto solamente nos trae
sentimientos de angustia y desasosiego, ya que, por regla general, tendemos a
pensar negativamente y a anticipar situaciones adversas.
Deja de pre- ocuparte. El futuro es incierto y ya
habrá tiempo de buscar soluciones cuando realmente aparezcan los problemas. No
tiene sentido resolver una situación que aun no ha sucedido.
7. Acepta
Todos pasamos por dificultades. La vida no es un
camino de rosas y hay situaciones que no podemos cambiar. En este caso la única
opción que nos queda es aceptarla. Sin embargo, lo que sí que podemos cambiar
es nuestra perspectiva y buscar el lado positivo. De todos los acontecimientos
negativos podemos sacar algún aprendizaje. Así pues, debemos enfocarnos en este
aspecto.
En la vida algunas veces se gana, y otras se
aprende.
8. Agradece
Hazte conciente de todo lo que tienes y agradece
todo lo que la vida te ha brindado. Con frecuencia nuestro foco de atención se
centra en nuestras carencias y no sabemos apreciar lo que tenemos. Toma
conciencia del presente, de todo lo que te rodea, y da las gracias por ser lo
que eres.
9. No hagas lo que no te gustaría que te hicieran a ti
Ponerse en el lugar del otro es fundamental para tener una vida más feliz y en armonía con los demás. El ser humano es un ser social y necesita sentirse arropado por los suyos. Recuerda, tu libertad acaba donde empieza la del otro.
Recogemos aquello que sembramos. La sociedad es un espejo de tu actitud. Si quieres ser respetado y tratado amablemente, antes prueba a serlo tú con los demás.
10. No hagas juicios
El mundo es como cada uno lo ve y no existe la
verdad absoluta. Todos somos distintos. Pensamos, sentimos, actuamos diferente.
Tu punto de vista no es mejor ni peor que la de otro, es solo otra perspectiva
más. Pregúntate si las cosas son como tú crees que están siendo y abre tu mente
a otras posibilidades.
Pero recuerda: "La felicidad no es el destino, sino disfrutar del camino".
Alba R. Rufete
Psicóloga
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